La adopción de Mazur fué una sorpresa para Olga. Una tarde, sus padres le dijeron que salían un momento y volvieron a casa con él. Al principio se mostraba receloso, tenía miedo de todo, pero se fue adaptando y aprendieron a quererse mutuamente.
Aunque aún tiene miedo algunas veces a la gente y a determinados ruidos, poco a poco va superándolos y estamos seguras de que terminará adaptándose, gracias al cariño y al esfuerzo de Olga.
Nos cuenta Olga que Mazur es un perro viajero, se porta muy bien en el coche.
Muchísimas gracias, familia por permitirle ser feliz a vuestro lado!!!!