Daniel sufrió la pérdida de su
anterior perrita. Tras este duro golpe, decidió que quería un nuevo perro para su hogar.
Cuando vió a Yacky, le pareció un encanto. Nos cuenta Daniel que pensó que era un perro muy asustadizo pero que estaba deseando dar y recibir mimos.
También nos cuenta Daniel que al principio, aunque estaba bien en su casa, seguía siendo asustadizo y algo nervioso.
Al cabo de un mes, Yacky está feliz. Viven en un pueblo pequeño, sin coches. Sale a correr sin atar y es muy obediente!!!
Muchas gracias, Daniel, por ofrecerle un sitio en tu hogar y en tu corazón!
