Las niñas de María Jesús estaban acostumbradas a estar con el perro de sus abuelos, pero éste falleció y ellas se entristecieron mucho. Ellos no tenían perro porque a María Jesús le daban miedo y
no consentía en tener uno.
Pero todo se volvió favorable para tener un perro: viven en una casa con un buen jardín, las niñas insistían y ella se iba aflojando a fuerza de años de oír " Queremos perro, queremos perro,
queremos perro".....
Llegó el momento de dar el gran
paso y lo único que tenían claro era que tenía que ser adoptado.
Empezó su búsqueda en las redes y contactaron con una protectora en Madrid que tenía cachorros, ya que María Jesús seguía con su miedo a los perros y pensó que sería más fácil superarlo con un
cachorro. Pero no llegó a cuajar y se llevaron un gran disgusto.
Contactó con nosotras y todos le parecían demasiado grandes para sus miedos y no se atrevió. Le dijimos que no actuara precipitadamente, que ya llegaría el que encajara con ella.... Al día
siguiente nos dieron el aviso de dos cachorros y ya se vieron con un cachorrito en casa!!! Pero la persona que los encontró se quedó a los dos y de nuevo frustración, lloros y
decepción.
Al cabo de un mes, recogimos a cuatro cachorros que habían sido abandonados en un río, María Jesús vio nuestra publicación y supo que ahí estaba su cachorro!!! Emoción, nervios......habían
esperado y finalmente llegó su momento!
Fueron a verlos a casa de nuestra compañera que los tenía en acogida y les recomendó a Tom porque por su carácter encajaría con sus miedos. La decisión fue difícil, pero acertada.
Y desde ese día, no es uno más en casa si no el Rey de la casa.
Superados los primeros momentos de angustia para María Jesús, que fueron bastante duros por sus miedos, Tom se ha convertido en una parte muy importante de su vida y están encantados con
él.
Muchísimas gracias a esta maravillosa familia por dar esta oportunidad que algún desalmado les negó a Tom y a sus hermanos.
